“Estoy agradecido a los dirigentes por la ayuda; entendieron la situación, me pagaron todo para que pueda ir y volver de Mendoza. También a mis compañeros y al cuerpo técnico que me apoyaron, me dieron fuerzas y me recibieron con todo cuando regresé”. Brian Andrada sonríe, pese a la eliminación que Racing le propinó a San Martín por la Copa Argentina.
El volante tuvo fuego en su interior cuando Pablo Frontini le avisó que iba a comenzar el partido en el banco. “No te miento, estaba enojado. Pero lo entendí, era algo que se caía de maduro”, acepta el volante en un mano a mano con LA GACETA poseliminación.
San Martín cambió el chip y la nueva meta es AlmagroLuego de la práctica del martes Andrada debió partir raudamente a Mendoza. A su hijo Mateo debían realizarle dos cirugías y él quería estar presente. Por eso voló a Cuyo y 24 horas después regresó a la concentración en Córdoba, casi cinco horas antes del partido. “No fue fácil la situación, pero quería estar junto a él y a mi señora. Mi hijo nació con una patología; es lo que nos mandó Dios. Es un guerrero que viene aguantando muchísimas cosas; por suerte todo salió bien. Le hicieron dos cirugías durante casi cinco horas que fueron difíciles. Acompañé a mi esposa, que es quien lucha en el día a día, y nos pusimos muy felices cuando los médicos nos dijeron que estaba todo bien”, explica el volante. Y ahí nomás comenzó a pensar en el regreso: “que todo haya salido como esperábamos, me dio muchas ganas de jugar; más por cómo me recibieron los chicos”.
Otra historia
Andrada habla y el semblante va cambiando entre la alegría y la tristeza. Está feliz porque su hijo ganó una nueva batalla, pero lo futbolístico le dejó un gusto amargo. No digiere la derrota con la “academia”; mucho más por la forma en la que se dio. “Racing no fue superior, eso es lo que me da tristeza. Es cierto que con esta clase de equipos no te podés equivocar porque lo pagás caro; algo que tal vez en la Primera Nacional no ocurre tanto. Cometimos errores en las dos áreas y nos quedamos afuera de la Copa”, lamenta.
Tras el partido de San Martín, una recorrida por el “Polo Deportivo Kempes”Apenas terminó el partido, Frontini dejó en claro que era momento de cambiar el chip y de apuntar a Almagro; un juego en el que San Martín no puede fallar si pretende luchar por los primeros lugares de la zona A. “A nadie le gusta perder, pero tenemos claro que ahora debemos ir a la cancha de Almagro a ganar para seguir subiendo en la tabla. Ya está, se dio así lo de la Copa y hay que mirar al futuro”, dice advirtiendo que el golpe en el estadio “Mario Kempes” no será de nocaut. “El grupo está preparado para superar obstáculos. Vamos a Buenos Aires a ganar y a seguir apuntalando el objetivo”, agrega.
Andrada también decidió agradecer a los hinchas, quienes armaron una fiesta en Córdoba. “Fue increíble. Hicieron un esfuerzo muy grande, más teniendo en cuenta la difícil situación económica. Se me erizó la piel de ver la cantidad de hinchas que viajaron; pero no me extraña. San Martín es pueblo y siempre juega a cancha llena. Les agradezco de corazón y prometo que haremos todo para darles una alegría”, enfatizó Andrada, quien pasó un momento difícil pero siguió con la mente puesta en San Martín y ahora apunta a la Primera Nacional.